Tiene una meta por cumplir y no le alcanza el efectivo, así que decide acudir al banco y solicitar un crédito de libre inversión. Hasta ese momento no hay nada de malo ¿no? Sin embargo, en algunas ocasiones esa no es la mejor decisión que puede tomar.
Al contrario de lo que muchos creen, los créditos no son esos enemigos que buscan acabar con nuestras finanzas; por el contrario, son herramientas que pueden ayudar a cumplir metas u objetivos pendientes.
Productos Personalizados
Lo que debe tomar en cuenta es que no siempre es un buen momento para ir tras esas metas o en todo caso, para pedir prestado. ¿Cómo saber que no es el momento ideal para pedir dinero prestado al banco?
1. Cuando tiene deudas pendientes y no ha cancelado más del 50%
Ya que lo único que haría sería acumular más y más deudas, especialmente si aún no ha cancelado ni la mitad de la primera deuda.
2. Cuando ya excedió su capacidad de pago
Sin importar si tiene deudas o no, si la quincena le queda chica y prácticamente hace maravillas para cubrir sus gastos, pedir prestado no traerá nada bueno a sus finanzas, por el contrario, podría perjudicarlas.
3. No tiene definido un propósito para el dinero
Si va a solicitar un crédito de libre inversión, necesita saber qué hará con el dinero. Por más que el banco no se lo pregunte, la manera responsable de entrar al mundo crediticio es definiendo un objetivo para el préstamo. Si se encuentra con uno o varios de estos indicadores, quizás sea mejor pensarlo dos veces antes de pedir el crédito.
Por otro lado, si pasó la prueba y cumple con todo, antes de solicitar el dinero, lo ideal es que se informe bien acerca de las entidades financieras y una forma de hacerlo es utilizando comparadores web como el de Comparabien de manera que podrá conocer cuánto le quieren cobrar de interés, qué beneficios le ofrecen, entre otros.