
1. Ahorrar demasiado:
Si bien una de las metas del presupuesto es tener una cierta cantidad de ahorro, no debe pretender que todo el dinero que gane vaya a su cuenta bancaria y no salga de allí. Es mejor establecer un porcentaje, así no se sentirá ahogado.
2. No colocar un porcentaje para darse un gusto:
Trabaja duro por el dinero que gana, por lo que es completamente normal que tenga un porcentaje destinado a gastos como ir al cine, salir a comer con amigos, etc. Lo ideal es que evalúe cuánto gasta al mes y vea si esa cantidad le conviene o si debe reducirla, pero no la elimine de su presupuesto.
3. No utilizar números reales:
Si solo hace su presupuesto en base a aproximaciones, no logrará nunca tener una verdadera idea de lo que está bien o mal con sus finanzas. Revise sus gastos, sea honesto y guarde los recibos de ser necesario, así verá exactamente cuánto es el dinero que sale de su bolsillo.
4. Establecer mal sus prioridades:
Lo primero que va en el presupuesto son los gastos fijos que sí o sí deben ser cubiertos. El resto de gastos debe colocarlos en el orden de importancia que tengan para usted. Lo que queda al último es lo que puede ser cortado y/o reducido, por lo que debe analizar bien el orden que le da.
5. Buscar cambios radicales en poco tiempo:
Si está acostumbrado a despilfarrar su dinero, no puede pretender que de la noche a la mañana se convierta en el más ahorrador. Sea consciente de que los cambios se dan de manera gradual y así alcanzará mejores resultados.
No olvide que un error que se comete al ahorrar es utilizar la misma cuenta bancaria para sus gastos diarios y para sus ahorros. Lo mejor es que compruebe qué institución le paga más por su dinero y coloque allí sus ahorros, así estarán bien cuidados y valdrá la pena continuar con el presupuesto.
Johanna Bernuy | Periodista y blogger