¿En verdad necesita un auto nuevo?

¿Qué es lo que usted tiene en cuenta a la hora de comprar un auto? ¿El modelo, la marca, el precio o el pago en cuotas? Estos son algunos de los ítems que están en la cabeza de quien busca adquirir el tan soñado carro nuevo. Pero existen otros detalles a considerar y que deben estar en el papel a la hora de decidirse por aquella compra.

La primera es tal vez la más importante: ¿realmente lo necesita? A simple vista parece una pregunta absurda, pero es necesario responderla con total sinceridad porque estamos hablando de un bien de alto costo que genera un flujo de desembolsos constantes. Algunas veces es más prudente pensar en otras formas de movilizarse como el transporte público o taxi. En realidad, la respuesta para esa pregunta está más relacionada con el estatus que un auto proporciona que a la real necesidad de tenerlo.

El segundo paso es poner sobre el papel todos los gastos que le generará el auto. Y no estamos hablando sólo del valor de la cuota inicial y de la mensual, usted también debe sumar todos los gastos como combustible, mantenimiento, impuestos y seguros. Ponga estos valores en su presupuesto y verifique cuánto representará de su salario. Si la suma excede el 30% de sus rendimientos, ¡cuidado! Es una señal roja para un futuro feliz.

Asumir costos fijos muy altos puede dejarlo sin flexibilidad financiera, pues será necesario tener mayor prudencia para tomar ciertas decisiones que rigen tanto su vida crediticia como su vida profesional. Ahora tendrá que pensarlo muy bien antes de adquirir una nueva deuda.

Cuando nuestro índice de endeudamiento se eleva, nos obligamos a evitar ciertas situaciones que podrían garantizar nuevas oportunidades. En este caso el sueño del auto propio genera una piedra en el zapato.

Por último, busque ayuda a la hora de comprar un vehículo. El consejo es contar con alguien que tenga amplio conocimiento en el tema y le pueda ayudar en la decisión final. Tenemos una pésima sensación de que lo sabemos todo y muchas veces acabamos cayendo en una gran trampa. En este caso, la elección errada puede resultar en costos elevados para su mantenimiento y en impuestos.

Después de analizar todo ello, usted podrá elegir de la mejor manera y evitar un deterioro de sus finanzas en el corto plazo.