
Al momento de adquirir un crédito de vivienda, muchas personas terminan aturdidas por todo el papeleo que corresponde y no llegan a comprender todos los términos del contrato. Por esa razón, pasan años cumpliendo con el pago mensual correspondiente a la cuota de su crédito, pero en realidad, lo hacen sin saber exactamente qué gastos son los que están incluidos allí.
El dinero que deposita como cuota mensual, no corresponde enteramente a su crédito; por el contrario, solo una parte se encarga de cubrir el dinero prestado, mientras que otra fracción va a parar a los intereses, comisiones y, aunque no lo crea, a los seguros que este crédito le ofrece.
Estos seguros pueden ser obligatorios u opcionales, dependiendo de la institución con la que elija contratar el crédito, pero su función será la misma: Proteger su inmueble y protegerlo a usted. Estos son cuatro de los seguros que suelen venir con una hipoteca:
1. Seguro de incendio y terremoto: Protege al inmueble en caso de que ocurra algún desastre y cause daños.
2. Seguro de desempleo: Protege al propietario para que, en caso de perder el empleo, no se atrase en el pago de las cuotas.
3. Seguro contra robos: Ya sea que se lleve a cabo el robo o sea un intento, el seguro cubrirá los daños suscitados, aunque no todas las opciones cubren los artículos que se encontraban dentro del inmueble.
4. Seguro de vida: La aseguradora cubre la deuda restante en caso de incapacidad permanente o fallecimiento.
Los seguros que tenga disponibles dependerán del banco o la financiera que contrata, por lo que es bueno que investigue y compare las diferentes opciones antes de tomar una decisión. Ahora ya sabe que su crédito también lo protege ante diferentes situaciones, por lo que vale la pena darle una leída a las condiciones de los seguros.
Johanna Bernuy | Periodista y blogger