Así como existe la salud física y la espiritual, también existe la salud financiera y suele ser a la que menos le prestamos atención. Solo consideramos la idea de un cambio cuando ya no tenemos ni un peso en el bolsillo, lo que nos pone en una situación crítica.
Si el área financiera de su vida empieza a dar pena o simplemente, le gustaría que esté mejor, estos son algunos consejos que puede implementar.
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1. Sea positivo
Se obtienen mejores resultados cuando asumimos los retos con una buena actitud. Si desde ya piensa que esto no funcionará y que siempre estará necesitado de dinero, ¡pues le irá mal!
2. Organice un presupuesto por temporada
No todos los meses del año tiene los mismos gastos. Los gastos en navidad no son los mismos que en semana santa o en fiestas patrias. Tómese el tiempo de elaborar un presupuesto por trimestre, considerando todos los gastos.
3. Que el ahorro sea una prioridad
No hace falta decirlo, pero ahorrar es pensar en el futuro. Un fondo de emergencia y una cuenta con una cantidad de ahorros determinada debe ser una meta a corto plazo.
4. Compre de manera inteligente
Diferencie entre deseo y necesidad. Hágase tres preguntas antes de comprar algo: ¿Cuán urgente es? ¿Podría utilizar este dinero en algo mejor? ¿Con cuánta frecuencia usaré lo que voy a comprar?
5. No abuse de las tarjetas de crédito
Úselas cuando le concedan descuentos u otras promociones, pero no se vuelva adicto a ellas. La clave está en escoger aquella que le convenga, con tasas bajas y sin comisiones fantasmas. Compárelas usando el comparador de tarjetas de Comparabien y solicite la que contribuya a su salud financiera.
6. Concédase pequeñas recompensas
Si solo se dedica a ahorrar, pronto se cansará de seguir este ‘régimen’. Establezca una recompensa del mes y concédasela si logró cumplir todos los pasos. Por ejemplo, esa blusa que quería o ir a cenar a su lugar favorito. Recuerde, no se trata de una serie de pasos que seguirá durante algún tiempo, sino de un nuevo estilo de vida que renovará sus finanzas.