Suele pasar que cuando llega dinero a nuestras manos, no pasa mucho tiempo para que empiece a achicarse. ¿Por qué pasa esto y cómo podemos evitarlo?
El primer consejo es organización.
Esta “reducción” del dinero se debe a que a veces no tenemos claro qué es lo que debemos hacer con él, por lo que lo más importante es saber a qué cosa está destinada cada peso. Haga un presupuesto y no tenga miedo de ser específico, mientras menos espacios queden en blanco, menos se preguntará qué comprar con ese dinero que aparentemente sobra.
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El segundo consejo es que ¡gaste!
Como lo escucha, no nos referimos a gastar grandes sumas de dinero, pero incluya en su presupuesto un monto pequeño para comprar algo que pueda darle un aliciente, una especie de incentivo. Así, recordará que puede comprar una cosa al mes, pero solo una, y la elegirá con calma.
Eso acabará con sus ganas de comprar durante el resto del mes, o por lo menos no podrá decir que nunca se compra nada porque tiene su “auto regalo mensual”. Un consejo extra es que elija una cuenta de ahorros que se adecúe a sus necesidades. Si constantemente realiza retiros o depósitos, entonces escoja una que no le cobre mantenimiento, y sobre todo, que le pague bien. Verifique el comparador de ahorros de Comparabien y elija lo que mejor le conviene.