De acuerdo a un reporte del USDA, el costo proyectado para criar un niño nacido en el año 2012 es U$241,080. Mi reacción inicial es de terror al ver ese tipo de proyección.
Al mismo tiempo, desde el punto de vista de un padre puedo decir que el tener familia es algo extremadamente satisfactorio. Desde la época de los cavernícolas el padre ha tenido que salir de la cueva para cazar algo y arrastrarlo hasta la casa. Por más que cambien las cosas, todo seguirá igual.
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Hoy en día, los padres salen a trabajar para proveer por su familia. Esto no es sacrificio adicional porque también lo tendrían que hacer aunque no tuvieran hijos.
Como asesor financiero me di cuenta que los padres son un poquito más temerosos al tener hijos porque el hombre batalla más para sentirse seguro que puede económicamente proveer para su familia (dice el dicho que donde caben dos, caben tres y donde caben tres, caben cuatro).
No es necesario comprar una casa más grande para ser un buen padre. Hemos llegado a un punto muy torcido donde creemos que cada hijo debe tener su propia recamara, televisión, vídeo juego, iPod y cuatro pares de zapatos para sentir que lo estamos haciendo bien. L
a mayoría de nosotros crecimos en un hogar donde estábamos tres hermanos en la misma recamara. Esta mentalidad torcida requiere que los dos padres salgan a trabajar. Hace dos generaciones el ingreso de papá y un carro era suficiente; nos ajustábamos el estilo de vida. No hay nada más bonito que llegar del trabajo y que sus hijos vengan corriendo para darle la bienvenida.
Una sana administración de sus finanzas personales es la solución para proveer por ellos. Las exigencias de tener un televisor en cada cuarto no vienen de nuestros hijos sino de nosotros mismos. ¡Atención padres! No se espanten al ver este tipo de números. Mi recomendación a los padres que deseen tener familia sigue siendo que la tengan.