Ya sabemos que una parte del salario siempre debe ser reservado para las inversiones, quien cuenta con una planificación financiera bien estructurada sabe que un mínimo del 10% del salario para la inversión es una regla que no debe romperse.
El problema es cuando la situación es complicada y tenemos que utilizar nuestra reserva para salir del apuro. En estos momentos dos pensamientos pasan por la cabeza: "tanto tiempo para terminar todo en cuestión de minutos, y la necesidad del dinero que nos apremia."
Productos Personalizados
He mencionado en otros textos sobre la importancia de contar con una reserva para emergencias. Esta característica está diseñada para imprevistos y debe ser aplicada en los productos de inversión que tienen buena liquidez, como el ahorro. La planificación financiera en este recurso se debe priorizar, es decir, primero creamos el fondo de emergencia y luego pensamos en las inversiones a medio y largo plazo.
Esto es un filosofía poco aplicada, porque siempre hay una idea de pensar en largo plazo. Hay otro problema asociado la reducción de la deuda - o cancelación de los mismos. En parte discrepo con este punto de vista, ya que con un planeamiento bien estructurado puede obtener el máximo de crédito para la compra de bienes sin incurrir en el riesgo de impago. La idea para que esta ideología funcione es que hay dos planes: uno a corto plazo - período anual - y otra a largo plazo - con un máximo de cinco años.
Primero usted debe centrarse en el gasto, es decir, la planificación de cómo utilizar sus recursos. Segundo, tiene que haber una visión de inversión, es decir, las metas que contemplan el aumento de capital. Recuerde que el segundo planeamiento depende del primero.
Por lo tanto, tiene que haber una parte de los ingresos que sea destina a las inversiones que ofrecen una mayor rentabilidad - respetando su perfil inversor. Pero antes de empezar a invertir su dinero, cree su fondo de reserva, la tranquilidad financiera y su futuro se lo agradecerá.