En una época en que tener es más importante que ser, donde las personas son calificadas por sus posiciones y no por su carácter en si, viene la pregunta de reflexión hoy: ¿Qué es lo que realmente importa?
Innumerables personas están buscando conquistar cada vez más bienes, patrimonios y riquezas, sin preocuparse por el legado que están dejando para las futuras generaciones. Me pregunto entonces si eso realmente es lo que importa.
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Economizar encima de todo
En lo que concierne al planeamiento financiero, veo que estamos lidiando con la filosofía errada ya que está enfocada en la acumulación de riquezas y no en la calidad de vida. ¿Cuál es la ganancia que tiene usted por ejemplo al dejar de ir al cine con su hijo para ahorrar unos pesos 40 mil pesos? ¿Qué ganancia obtiene al ahorrar otros 40 mil pesos mas al no llevar a su esposa a comer hamburguesas? ¿Y cuál es la ganancia en dejar de tomar una cerveza con los amigos para guardar eso otro tanto de dinero?
Evitando las 3 experiencias anteriores, usted acaba de ahorrar 120 mil pesos, pero ¿qué dejó de vivir por guardar esos 120 mil en un mes? Hace un año atrás yo diría que esos pesos ahorrados significarían 1440 mil al año. Eso sin calcular ninguna tasa de retorno sobre el monto, pero ¿qué es lo que eso significa para nuestras vidas? ¿Será que la economización de esos 1440 mil al año equivalen a las experiencias NO vividas?
Planear es vivir bien
Lo que creo es que debemos encarar el planeamiento financiero con un nuevo prisma, mirándolo como un medio para enriquecer, pero como una forma de vivir con equidad, viviendo nuevas experiencias cada día, sin perjudicar nuestro futuro, pues al fin de todo, las vivencias, las experiencias, la convivencia con amigos y familiares, muestran ser nuestra mayor riqueza.