Propósitos de Año Nuevo: de Sueño a Realidad

Actualizado el 7 de Enero 2013
Propósitos de Año Nuevo: de Sueño a Realidad

Cuando los propósitos del año nuevo solo son sueños o una tradición de repetir lo mismo y lo mismo cada año, no esperes que algo cambie. Voy a perder de peso, voy a dejar de fumar o voy a salir de las deudas son las mentiras más populares del 31 de diciembre.

Hay estudios que muestran que para el 14 de enero los propósitos ya se esfumaron. Para la mayoría los propósitos no son más que sueños. Para que estos propósitos o sueños se conviertan en una realidad hay que vestirlos con ropa de trabajo, en otras palabras hay que añadir un plan. Al momento que añade un plan, sus propósitos pasan de ser sueños a ser metas.

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Primero sus metas deben ser propias y no algo que le está imponiendo su esposa o su jefe. Tiene que ser algo que desea, que realmente quiere. La meta tiene que ser específica y tener la habilidad de medir el progreso.

También debe tener una fecha límite. Por ejemplo, quiero perder 24 libras en los próximos 12 meses. Me vi en el espejo y definitivamente es mi meta. Sé cuánto necesito perder, puedo medir el progreso y necesito perder 2 libras por mes porque la meta es para fines del próximo año.

Lo último y la clave más importante es que tiene que estar por escrito. Todo sigue siendo un sueño hasta que está en papel y le añade un plan de acción. Figura que lo tiene que cambiar para perder dos libras por mes como dejar de comer 2 tortillas por comida en vez de 10.

Le recomiendo que haga metas por escrito para su carrera, su vida financiera, su vida física, intelectual, familiar, social y su vida espiritual. Sea realista porque si nunca ha leído no se proponga a leer dos libros por mes. Empiece con cuatro libros el próximo año, hacer veinte lagartijas y veinte abdominales tres veces por semana. Aterriza y límpiele la baba a esos sueños con metas claras y precisas. No se sorprenda cuando se aflojen los pantalones. 

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