Lo que usted hace debe alinearse con su ética. En nuestra empresa hay cientos de personas. Uno de nuestros valores principales es que tienen que amar lo que hacen. Eso no significa que no puede tener un “mal día”, ni significa que no se pueda enojar por algo o con alguien. Tampoco significa que, de repente, puede pelear con alguien. Todo eso puede suceder porque somos seres humanos.
Pero lo que no permitimos es lleguen todos los días, durante semanas o meses, diciendo que odian su trabajo. ¡Lo despedimos por sólo pensarlo! ¿Por qué? Porque no le vamos a pagar a alguien que no quiere estar con nosotros. Es obvio que no va a hacer bien su trabajo.
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Esto no es difícil de entender y es mi deber, como líder, darle un empujón al pajarito para que vuele del nido y encuentre un trabajo con propósito. Hay personas que piensan, “si tan sólo tuviera un título, una profesión, todo sería mucho mejor.” “Si tan sólo tuviera esa habilidad todo sería color de rosa.” No se confunda con esto.
En un estudio que se hizo para descubrir la fórmula para el éxito, se encontró que sólo el 15% de lo que se conoce como éxito viene por entrenamiento o enseñanza académica. El otro 85% viene de la pasión, perseverancia, carácter e integridad.
Eso es lo que hace que las personas ganen a largo plazo. No es la maestría ni el doctorado o el “si tan sólo tomara esa clase o curso, yo tendría éxito.” No se confunda. Sí, necesita tomar ese curso, necesita conocimiento, necesita crecer y no hay nada malo en aprender más, pero deje de creer que si tan sólo obtuviera otro título tendría éxito. El éxito es mucho más que acumular títulos, materias y más conocimiento, no se confundan con esto.
Para disfrutar lo que hace inyéctale pasión, sé la persona que más produce y sonríe aunque le hagan más arrugas en la cara, créeme, vale la pena. No espere a que le despidan, piensa, busca un trabajo que dejaría de ser trabajo por lo tanto que lo disfruta. Es probable que sea algo que ya hace los fines de semana aunque no le paguen.