
Cuando solicita un crédito solo hay dos opciones: que le digan que sí o que no. Sin duda, el rechazo duele, ya que si se solicita el crédito es porque lo necesita. Pero es lo que suelen hacer las entidades bancarias para protegerse de los clientes que consideran riesgosos, es decir, aquellos a los que prestarles sería una pérdida pues están en gran riesgo de no devolver el dinero.
Sin embargo, no siempre tienen razón, por lo que la negativa de un crédito no es razón para quedarse de brazos cruzados; por el contrario, lo ideal es que empiece a revertir este suceso, de manera que pueda obtener el crédito que necesita.
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Para lograrlo, a continuación cuatro cosas que puede hacer:
1. Averigüe la razón del rechazo
Las entidades financieras están en la obligación de informarle por qué le están rechazando el crédito y este es el primer paso para poder cambiar la situación. Deben especificarle si se trata de dudar de su capacidad de pago o si el asunto va por no poder sustentar sus ingresos.
2. Pregunte cuál es el monto que sí le financiarían
Además, puede conversar con el asesor acerca del monto que aceptarían brindarle y así el asesor le dirá cuál es el monto máximo que la entidad financiera podría darle. Dependerá de usted evaluar si solicita o no esa cantidad.
3. Elija otro tipo de crédito
Otro punto a considerar es que algunos créditos tienen más requisitos que otros, por lo que su evaluación es más estricta. En el caso de los créditos de libre inversión, los requisitos son menores, por lo que es más probable que lo aprueben.
4. Intente con alguna entidad con requisitos más ligeros
Si bien las entidades tienen condiciones parecidas, algunas son más flexibles que otras. Una vez que agote todas las posibilidades con una, puede recurrir a la segunda opción. Para eso, lo ideal es que compare las alternativas y tenga en mente las tres mejores opciones. Puede hacer esa comparación utilizando la web de Comparabien.